sábado, 14 de agosto de 2010

COMO INFLUYEN LOS MASS MEDIA EN LA ESTÉTICA ACTUAL

+ MEDIA Y LA ESTETICA

Realizando una paráfrasis al catedrático del curso Semiología del Mensaje Estético, Lic. Sergio Morataya, cuando opina que: “LOS MASS MEDIA, no son LOS MEDIOS DE COMUNICACION MASIVA. Nosotros somos los Mass Media, los que estamos expuestos hasta en la sopa a sus mensajes, que nos van moldeando y nos van haciendo seres uniformes, que no pensamos, sólo reproducimos los modelos y mensajes que ellos desean que reproduzcamos.”, podemos argüir que desde hace un tiempo, lo que hasta hace poco se entendía como una crítica de arte en los medios de comunicación se ha visto desplazado hasta su virtual desaparición. Ahora, en su lugar se destinan mayores espacios a la información sobre el acontecer artístico favoreciendo todo aquello que tiene que ver con el mercado de arte antes que la creación artística propiamente dicha.

Por otro lado, los propios artistas comenzaron a reflexionar sobre la comunicación y sus efectos sociales en la cultura urbana de la sociedad actual, porque la reproducción masiva de la imagen y su difusión en los medios, ha cambiado la naturaleza de la vida contemporánea. Nuestro contacto con la llamada realidad comenzaba a responder como hoy, más a lo percibido a través de los mass media que a la observación directa de los fenómenos. Los medios masivos de comunicación: prensa, radio y televisión, se convirtieron en intermediarios y formadores de la opinión pública y de sus gustos.

Por ello, los artistas aprovecharon estas circunstancias y consiguieron a través de estos medios ampliar su público, restándole valor al arte y dándole un uso acorde a los tiempos modernos. Y, esto lo respalda Oscar Masotta en su libro “Conciencia y Escritura” cuando opina: “El arte no está en hacer imágenes; está en la calle y en la vida…y en las imágenes publicitarias”

Esto quiere decir que con la forma de apreciar el arte es como debe configurarse un arte de vanguardia, cuya meta principal es conectarse de una manera cotidiana con la vida cotidiana. Como ejemplo de ello, realicemos un análisis al comportamiento social de un determinado grupo social dentro de un determinado contexto. Hagámonos el siguiente cuestionamiento ¿por qué el trabajador de la clase alta de nuestra sociedad utiliza determinado uniforme según su rango de servicio: cocinera, chofer, jardinero, etc.? Pablo Coelho, en su obra “El Zahir” narra la existencia de una nueva “tribu”, joven que visten con apariencia de vagabundos pero tremendamente creativa, basadas en uniformes militares o en películas de ciencias ficción. Todos tenían piercing. Todos tenían el pelo cortado de diferente manera. Son miembros de una sociedad fuera de la sociedad y afirman que si no demuestran agresividad, pronto las tiendas estarán llenas de ropa como la que usan, que los medios masivos pronto publicarán información del nuevo movimiento “que barre el mundo con sus costumbres revolucionarias” y que la televisión pronto tendrá segmentos específicos dedicados a la nueva “tribu”, y explican que el uso del piercing es algo parecido de la sociedad actual al usar joyas, trajes y corbatas.

El antagonismo de los movimientos es de carácter eminentemente comunicativo. Estos ofrecen al resto de la sociedad códigos simbólicos distintos; son códigos que subvierten la lógica de los códigos dominantes (MELUCCI, 1999:66). Para Melucci es posible identificar tres modelos diferentes de acción comunicativa, en torno a la labor de difusión de mensajes que realizan los nuevos movimientos sociales. Se trata de la profecía, la paradoja y la dramatización, que nos sugieren tres modelos comunicativos por medio de los cuales nuevos movimientos sociales intentan mostrar, respectivamente, la posibilidad real de llevar a la práctica sus ideas, las incoherencias del código simbólico dominante y la representación de aquellos mensajes que los elementos del código simbólico dominante enmascaran. O sea, que actualmente estamos en la cultura de las reproducciones como acertadamente lo llamó Andy Warhol.

A raíz de estas situaciones como esta es que Warhol consideraba que la obra de arte que debía representar el siglo XX, debía ser una reproducción y ni siquiera tener como motivo algo único.

Otro aspecto como los anecdóticos o los de la vida social del arte completan un panorama en el que la valorización crítica ha quedado prácticamente “borrada”.

Es interesante observar que los propios críticos de arte han aceptado con resignación esta circunstancia y han perdido la mira de tener una columna, un espacio en los medios de comunicación. Hoy por hoy, su máxima aspiración pasa por ser organizadores de exposiciones, integrar jurados o participar en círculos literarios, cursos y seminarios. Actuar en los medios de comunicación (que ya no los requieren más) ha dejado de ser un objetivo profesional.

Por otra parte, el crítico especializado ha sido reemplazado en los medios por presentadores de noticias, entrevistadores, etc. Cabe señalar que esa mirada especializada, capaz de dar una opinión fundada ya no interesa. O sea que, estamos frente a una muerte de la crítica que renace en otras dimensiones más generalizadas, fuera del alcance de la comunicación masiva.

Esto quiere decir que, al quedar todo reducido a la comunicación, el arte es presentado como mercancía o como un espectáculo. Su dimensión que abre nuevos horizontes al pensamiento y a la percepción, está ausente en el mensaje comunicativo en los medios. En ese sentido podemos decir como opinó Hegel: “El arte es cosa del pasado”.

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