domingo, 12 de septiembre de 2010

Historia de la Belleza



“SIMBIOSIS”, del escultor canadiense Pascale Archambault


Historia de la Belleza.

LA historia de la belleza comienza explicando cómo los griegos, que tanto pensaban y regulaban la idea de lo hermoso, no la asociaban a la verdad, como los místicos medievales, ni a la razón, como los barrocos, ni a la inventiva tecnológica, como los futuristas de principios del siglo XX.

En el fondo, en un paseo por la historia de la belleza en la Grecia antigua, el Renacentismo o en la primera o segunda mitad del siglo XIX, siempre tenemos la sensación mirando “desde lejos”, de que cada siglo presenta características unitarias o, a lo sumo, una única contradicción fundamental.

Para los antiguos griegos sonido y visión son la dos formas de percepción privilegiadas (probablemente porque, a diferencia del olor y del sabor, se pueden reducir a medidas y órdenes numéricos). Pero aunque se reconozca a la música el privilegio de expresar el alma, solo a las formas visibles se aplica la definición de bello (kalón) como “lo que agrada y atrae”. Esta diferencia se entiende si se tiene en cuenta que una estatua debía representar una “idea” (y, por tanto, suponía una contemplación detenida), mientras que la música se interpretaba como algo que suscita pasiones.

En la época actual la belleza de consumo, es toda aquella que nos imponen los medios de comunicación de masas, que siguen los ideales de belleza del mundo del consumo comercial, contra el que el arte de las vanguardias ha luchado durante más de cincuenta años.

La Escultura que más me gusto y a mi criterio es la más bella es la que lleva por nombre “SIMBIOSIS”, del escultor canadiense Pascale Archambault, realizada en el Primer Festival Internacional de Escultura Guatemala Inmortal 2007.

En esta escultura se puede ver y sentir lo que quiso plasmar y transmitir el artista, en donde podemos observar dos cuerpos desnudos el de un hombre y una mujer entrelazados en un abrazo y dándose un beso. El hombre de rodillas frente al cuerpo desnudo de su amada que yace recostada desnuda frente al cuerpo de su amado. La escultura atrae y agrada a la vista del espectador, ya que la misma da una sensación de paz y tranquilidad, motiva los sentimientos humanos como lo es el amor y es una escultura que uno no se cansa de observar diariamente.

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